Cuando miro tus ojos
verdes como el olivo,
siento un rubor que me enciende
desde el vientre hasta la frente
y se sacude mi cuerpo
con un rítmico movimiento
queriendo besar tus labios
que reposan en hastío.
Junto a los cardos silvestres
que están sudando su estío,
yo tomo tu cintura
y te llevo hacía mi pecho
para que sientas latidos
de un corazón henchido
que te ama con locura
y que está ansioso de besos.
Recostándome en los cardos
te entrego mi dulzura
no importa que tengan tunas
y que lastimen mi cuerpo
Yo sólo quiero amarte
con todo mi embeleso,
llenarte de caricias
y tatuarte con mis besos.
Felina