Soledad Impaciente

Un minuto más

El tiempo pasó volando

desde nuestros 16,

y nos fuimos olvidando

pronto de nuestra niñez.

 

Han pasado tantas horas,

días, años y demás...

ya no somos unos niños.

 

De pronto nos cercioramos

de que perdimos la cordura,

y no hay ya ninguna atadura

para hacer lo que queramos.

 

Sin embargo ya perdimos

largo tiempo en combatir,

tanto que hasta olvidamos

amar, querer y divertir.

 

¿En qué nos hemos ocupado?

En bromas pesadas tal vez,

no lo sé, ya lo he olvidado,

ya no importa mi niñez.

 

Pero el día siguió su curso

no se detuvo por mi,

habría perdido el concurso

si se tratara de competir.

 

Ahora tengo solo un minuto,

ya no soy diamante en bruto;

he sido bien educada

para ser más que una espada.

 

Pero en este corto minuto

¿Qué podría yo lograr?

No puedo componer mi mundo,

desde antes debí reflexionar.

 

¡Un minuto más!, solo eso pido,

la aguja en el reloj corrió tan rápido

que no me dí cuenta que había crecido

y no quiero estar cerca de mi despido.