Camine por la espuma
entre gaviotas negras, blancas,
con pasado…sin heridas
curada de mar, soñando mañanas…
Paso lento, noches claras,
Y en la arena, ya,
la soledad amarga.
Me cuenta el atlántico
de una piel bañada en plata.
Voy siguiendo otra estela;
poniendo rumbo a la sonrisa del alma.
Hoy me siento marinera,
de un barco de luz, de calma.
Y navego…
Navego hasta pisar
la isla de su mirada.
Ya no soy tan pequeña
ya no está varada mi barca.
Hoy, al fín, soy marinera
en un océano que me esperaba.
Hoy, al fín, soy sirena
en un corazón que me ama.
Antonia Ceada Acevedo©