No más para cuando sea tarde y ya no pueda volver.
No dejaré las decisiones de hoy al azar
tomaré riendas hacia la felicidad
aunque parezca difícil verla en mi mediocridad.
No quiero seguir en esta apatía
conformándome con mi inseguridad.
Si acaso me miras o me hablas de nuevo
pretenderé no escuchar.
No hagas de mí un desafío,
así no me gusta jugar.
Soy un ser aventurero,
no un juguete que manejar.
Regresaré a mi ciudad natal,
tarde o temprano volverá la claridad.
Veré el origen de mi mal
y entenderé mi fragilidad.
Si te vas seré más feliz.
Si te quedas de todos modos partiré.
No intentes ocultarme algo que ya sé.
Te conozco más de lo que yo misma puedo creer.
Pero ahora no se trata de ti
sino de mi, siempre he sido yo
la que no ha creído en el amor
que sólo lo ha querido, pero no lo ha sabido compartir,
ni dar ni recibir como era necesario,
la que ha renunciado a ese honor
y ha preferido imaginar un mundo perfecto
sin humanidad, sin decepción y sin dolor.
No más para cuando sea tarde y ya no pueda volver.
No dejaré las decisiones de hoy al azar
tomaré riendas hacia la felicidad
aunque parezca difícil verla sé que me espera,
siento su ansiedad.