Esa guitarra a la que tanto tocas,
Sabe por mi voz cuanto me han herido,
Sabe del recuerdo que me maldice desde ahora,
Sabe de aquel verso que me falto por decirlo,
Sabe de lo inmune que estoy en esta sombra
Quizás sin nada más, más que mi propio camino
Y si vuelvo a llorar y alguien dice…
¿Por qué lloras?
Que la muerte venga acá, y ya que acabe conmigo.