Aquel día cuando supe de ti,
Renacieron en mi mente,
Sueños de tenerte,
Vertí gota a gota,
Mi esperanza en un cofre,
Y en mis ojos,
Pude ver el reflejo de tu luz,
Que llegaba a mis sombras,
Y descubría,
Los sublimes deseos,
Que llevaba guardados.
Aquel día cuando te mire,
Seguí cautelosa tus pasos,
Y Con mis manos,
Toque tu cuerpo,
Que anhelaba caricias,
Y revelaba deseos,
Que yo quería complacer.
Aquel día cuando supe de ti,
Marque las huellas,
Que dejaban tus rastros,
Vibre en frenesí,
Y con furia volví,
De mi muerte pasada,
Para entonces vivir,
En euforia de amores.
Aquel día cuando te sentí,
Ya no estuve en soledad,
Porque si estas,
O te vas,
El torbellino me abraza,
Me agito en tu piel,
Buscando la miel,
De unos labios,
Que prometen,
Saciar en mi alma,
Esta sed de quererte.
Colombiana.