Un amor sin rostro un fantasma triste
que desde las sombras enfoca mi alma
y me vuelve sombra y me vuelve triste.
Dime donde está el amor que me juraste
amor que prometía el paraíso,
no, no fue sincero el sentimiento
insensata yo, que te creí y te di tanto.
esperaba con ansiedad todos los días
la hora de encontrarnos y de amarnos
imaginaba dormir entre tus brazos
mecida al arrullo de tus versos
pero no, todo fue mentira
la ilusión la mataste con tu olvido.
llorar, no sirve, no acompaña
Inservibles son hoy, estos lamentos.
Zarpazos fueron tus crueles promesas e
irremediablemente sola hoy me encuentro
en esta desazón de mi existencia,
risible me resulta el sufrimiento
¡inmadurez me tienes de cautiva!