El Universo esta triste
No sabe nada de Dios.
Acaso se está ocultado
Entre Galaxias de ardor.
Es que han perdido la fe
Los dioses de la justicia,
Olvidan otras promesas
Sus hijos penan deprisa.
Vacíos dejáis al campo
En el predio del obrero,
El creador de esta vida
No parece protegernos.
El barro que da la vida
Nadie sabe dónde está,
La Tierra le pide al Ser
Si lo tornase encontrar.
De canallas con poder
Ya sabe algo el obrero,
Se quedan con el haber
De fatigas y denuedos.
África se rasga y mata.
Asia rendida en la mar.
Oceanía con carencias.
América es calamidad.
Europa exige decencia.
En un cartel de papiro
Hay escrita la soflama,
Que niega la devoción
De católicos sin ganas.
El protector de la Tierra
Creó el Jardín del Edén,
Para salvar al humano
De barbaries de placer.
Jamás retorno la llama
A sanar almas de vida,
La fe se elude cubierta
De lamentos y agonías.
Señor del aire y el agua
Atractivo sí que tienes,
Dolos al hombre carnal
Al dinero hoy proteges.
Plegarias de miserables
Percibís cercana al cielo,
Retahílas de invocación
De gente del orbe negro.
En este maldito infierno
Los Arcángeles no llegan,
Estamos sin protegernos
De las iras de esta Tierra.
Dejas de lado a tus hijos
Que de barro moldearas,
Se evita de los humanos
El que la muerte creara.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
28 de abril del 2011