Que te haga un sitio a mi lado
me has pedido si pudiera
y es que quieras o no quieras
siempre estará reservado.
¿Con quién crees que en las tardes,
en mis paseos tranquilos,
por caminos junto al río,
mi alma todo comparte?
Me he acostumbrado a la espera,
que ha hecho callo en mis heridas,
yo sé que pronto, algún día,
tú vendrás con la marea,
harás porque yo te vea
y cantarás mi alegría.
Siéntate aquí, junto al río,
muy junto a mí, entrelazados,
son los momentos sagrados
de respirar un suspiro.
El suspirar no me duele
y si suspiro… yo vivo
y el vivir rejuvenece.
Tardes de amor son mis tardes,
primaveras son mis sueños,
sentimientos y deseos
que tú me despiertas y abres.