No pensé nunca, que el desengaño,
al recibirlo de la cruel ingrata;
era como un gran nudo, que mi cuello ata,
dejándome un dolor muy extraño.
Vivía feliz, mientras mentía,
escuchando sus palabras melodiosas,
que a mis oídos parecían hermosas,
cada una de las frases que decía.
-Decía: “te amo mi poeta”
haciendo que creyera cruel mentira;
que hoy me llena de llanto y de ira,
al saber la verdad secreta.
Buscaba siempre algún modo,
de hacerla sentir feliz a la amada;
en mi cariño de virtud poblada,
queriendo complacerla en todo.
Mostrabame su amor en esencia,
fingiendo lo que nunca sintió;
y cuando a decir la verdad se decidió;
mato para siempre mi creencia.
¿Por qué ocultó la verdad, secreta?
¿Por qué dijo amarme un día?
¿Por qué gustaba cada una de las poesías,
si nunca le interesó el poeta?
He quedado para siempre afligido
ante esta actitud extraña,
sin saber como y cuando, una mujer engaña,
con falso amor fingido.