Los trenes finalmente salen
Hasta el último.
Y en ese mismo me iré.
Aquí estoy en el andén recordándote
Amándote.
Pero debo partir
Y morir un poco.
Te amé como un loco.
Se me daba bien.
Pero el tren esta por salir.
No te puedo prometer que volveré.
Lo que si te diré
Es que te amé.
El jefe de la estación me indica que debo subir.
Mijita rica me digo y subo sin pensarlo mucho.
Apago el pucho.
El tren tuvo que esperar media hora.
Los pasajeros no dijeron nada.
Ellos sabían que te esperaba.
Cuando me senté me miraban con compasión.
Yo con algo de resignación les dije:
.-“¿Quieren un café?”
.-¡Si! Dijeron todos.
Y te olvidé.