Anoche moldeé tu cuerpo!
En esas sabanas blancas
¡Mis manos parecían volar!
Querían disfrutar la tersura de tu piel.
Envueltos en ese mundo de silencio.
Solo escuchaba tu respirar inquieto.
Tu aliento confundido con mi aliento.
¡Tus labios ansiosos de mis labios!
y los míos inquietos.
¡Tu cuerpo ardiente! Derritiendo al mío.
En ese intenso momento...
De pasión ardiente.
La noche de anoche.
¡Qué bien la recuerdo....!
Aun conservo en mi cuerpo.
El calor de tu aliento...