La soledad es una compañera eficiente.
Desarrolla tu capacidad de pensar, de planear, de decidir y tu imaginación.
Si la tomas como una buena compañera es hasta comprensiva y te acompaña a todos lados. Se vuelve una buena amiga cuando no sabes que hacer, pero cuando quieres abandonarla se vuelve la peor de tus compañeras.
Debes abrazarla sin decirle que la amas y debes conquistarla sin dejarla apoderarse de tu universo.
Por eso, acogela cuando realmente la necesites, no le hagas creer que necesitas aferrarte a ella. No te vuelvas su eterno compañero para que no te destruya.