Al despertar con el fresco rocío de la mañana que atraviesa mi ventana, miro al cielo enamorada buscando tu hermosa mirada, que provoca insomnio en mi madrugada.
Al despertar un rayo de sol alumbra mi mañana, que me resplandece como si fuera tu mirada, fugaz y ardiente, sobre mi cara.
Al despertar junto a mi almohada, recuerdo el momento de tu llegada, que a mi vida desgraciada le diste el amor que tanto ansiaba, y regalaste a mi alma la tranquilidad que no encontraba.
Despertar contigo es como una oración eleveda al cielo que me despierta con tanto anhelo de sentir tus besos carceleros que me hunden el corazón entero de dicha, felicidad y de amor sincero.