Sólo, triste, enfermo y abandonado en una habitación oscura sin que nadie venga a verme, me siento cansado.
Los ojos se me cierran. Me duermo… No quiero dormir… Aún no.
Veo a lo lejos una mujer flaca de cabello largo vestida de negro la cual cuida mi sueño y mira que nadie me despierte. Ella me mira sigilosamente, le digo ven acércate, la verdad que si te recuerdo, siempre estuviste presente. Cuantas veces te ignoré… cuantas veces te evadí. Siempre me acuerdo de cuando te tuve muy cerca de mí, pero nos distanciamos por cosas del destino, pero veo que he de terminar a tu lado, el destino me llevará hacia ti. Escoja el camino que escoja.
Depronto veo una a un viejo de enorme barba y una túnica blanca el cual me saluda diciéndome. “Hola nos vemos a los tiempos. ¿No me recuerdas? Estuve el día de tu nacimiento y toda tu infancia en cada momento de tu vida estuve ahí pero no me recuerdas pues te alejaste de mi y pensar que siempre vele por ti”, y sigo de sueño con los parpados pesados que no aguanto más… pero que calor se siente repentinamente y se escucha una voz aquí te espero tienes un buen lugar guardado lo has ganado y el hombre de la túnica blanca dice su lugar esta conmigo. al final de la habitación veo una luz brillante.... La mujer se me acerca y me arrulla lo cual me hace caer en un profundo sueño y cierro mis parpados… ¡Duermo, ya duermo…!
Continuara…….
El poeta del milenio
Jueves 28 de 2011
2:28 PM