Una mujer sumamente confundida
marchándose hacia al destino que le aguardaba
no sin antes contemplar lo que no creía
este es un relato de lo que vislumbraba.
Y se encontraba ahí desorientada
entre amigos y familiares se ocultó la mirada
no sabía entonces porqué sufrían
no sabía entonces porqué lloraban.
Todos rodeaban aquel cuerpo,
aquel cuerpo que sobre una cama yacía
pálidos todos murmuraban breves palabras
comenzando a surgir nuevas lágrimas.
¿Qué hace ahí? se preguntaba
¿Cómo llegó? no lo sabía
¿Quién la invitó? no recordaba
su memoria se encontraba aturdida.
Comenzó a caminar por el lugar
buscando respuestas que no encontraba
no sabía si ponerse a rezar
en el sombrío funeral que apreciaba.
Se dirigió nuevamente al frío cuarto.
Fue entonces que reconoció el rostro
al acercarse lentamente al inerte cuerpo
que conocía tan bien como ningún otro.
“¡Estoy muerta!”, el miedo asechaba
cada parte de su alma quebrantada;
su ser colapsó en un instante
por el temor a saber lo que le esperaba.
Su familia y amigos la contemplaban...
bueno... a aquel cuerpo sobre la cama
es entonces que comprendió porqué lloran
y sólo siguió observándolos con calma.