Recuerdo el pasto y su latir en esmeraldas,
las personas sus palabras,
nosotros, los abrazos, las miradas,
tus labios, el silencio.
Recuerdo la banca teñida en negro;
sobre ella sonrisas, historias
y la timidez de aquellos dos,
tildada en el anhelo de un futuro beso.