Mi oído escucha
mi corazón palpita,
el alma despierta,
mi cuerpo cobra vida y
¡se mueve!.
La música cual magia
me hipnotiza,
me hace vibrar
me hace sentir y,
¡bailo!.
El movimiento acompaña cada nota,
cada palpitación
cada respiro y
¡vivo!.
Y, a través del baile
doy las gracias y
a través del baile
me vivo
descubro en mi el amor,
la luz,
la alegría.
Brota de mi cuerpo una energía sin freno,
se desbocan los deseos y
¡soy música!.
Mi cadera y mis pies desobedecen,
cada uno tiene su propia independencia,
mis manos acarician el aire y
me disfruto a mi misma,
¡soy cuerpo!.
De pronto giro, siento que vuelo,
la música habla a través de mi
soy pulso, soy ritmo
soy armonía, soy sonido
soy imagen, soy movimiento
soy amor,
soy dolor
soy mensaje de gratitud
soy reclamo,
soy duelo.
La música me reviste
de lo que soy a pesar del atuendo,
soy nota musical,
soy instrumento.
Y mi cuerpo responde a la música
con amor,
con entrega
con voluntad.
Se transforma en mi palabra
en mis deseos,
en mis sueños;
el sonido me envuelve
la música suena, yo vibro.
Me trasporta,
me transforma y vivo.
Mi oído escucha
mi corazón palpita
el alma despierta.
Mi cuerpo cobra nuevamente vida y
¡se mueve!