José A. Núñez Caba

A la intemperie

Somos aroma y humo

con el deseo en la piel,

envueltos en el viento,

ya en la noche, 

ya en el amanecer.

 

Podemos pernoctar

con la luna como tea.

Donde nadie nos vea.

 

Haremos olas

arando la tierra

en aquella orilla.

Donde el sol se pasea.

 

En el cielo crepitan los besos

que se desatan como nudos,

y seguimos deslizándonos

como los ajuares

que nos han dejado desnudos.

 

Nos fundimos en un suceso

donde no hay noción del tiempo.

En la penumbra de ese instante

nace el sol y nuestra piel va lamiendo.