otro viernes mas, otra cagada,
la juez del ocho está dormida,
instruyendo tal vez una meada
en medio de un pared de media vida
otro viernes mas, pasado llega
un domingo especial, madres que todas
se merecen un enorme homenaje,
menos la juez del ocho, tonta.
y la fiscal tal vez se esté muriendo
con la lengua en la cal de una caldera,
doce sacos de cal, y en la acera
una nube de paz y pandereta.