Nanas de mar
De nuevo junto al Mar,
pegado al cantil donde atracaban los recuerdos,
donde se inventaban los abrazos recorriendo los cuerpos;
ahí donde los besos no se robaban
y las manos, bordadas de amor,
recorrían caminos de ternura
muriendo voluntarias en el ocaso de miel
dibujados por los labios.
De nuevo junto al Mar, mi Mar,
el que cada día se viste de presente
para regalarme otro mañana donde soñar;
el que me habla sin hablar
dejando en mis ojos una lágrima que sabe a sal.
Mi Mar, el que lleva escondidas en las alas de sus gaviotas
las palabras que yo escuché aquella tarde de verano;
el que dibuja olas danzarinas en mágico baile
inventado sólo para mí;
este mar que se acuesta y queda dormido,
tapando su Azul la Luna con su manto de ternura;
que queda envuelto en susurros
que son las nanas que yo escuchaba,
cuando mi cabeza, sobre su pecho reclinaba.
(Jpellicer)