Al verte a los ojos,
entonces yo siento
que no fuiste mía
ni lo serás jamás.
Que le diré al cielo:
“que no quiero irme
por estar a tu lado
junto al mar”.
Y las campanas ya suenan,
las personas aplauden
mientras tú te vas.
Pues te has casado con otro
y me duele tanto
pero qué más da.
Por la ventana te miro
y me siento alegre
de tu felicidad.