Silencioso, callado y sombrío,
con mi lápiz y cuaderno,
me paso el tiempo, (eterno)
esperando lo que no es mío.
Siempre esperando a la ausente,
la que esta en mi sin tenerla;
porque sin motivo llegue a quererla,
teniendo su recuerdo presente.
En mi vida, lejana y misteriosa,
aunque muchos conozcan a la amada,
de su vida, se poco o nada…
Aún así me inspira muchas cosas.
Tal vez…, de mi ni se acuerde
mientras yo olvidarla no puedo,
y de vez en cuando me quedo,
escribiéndole “versos” para que me recuerde.
Me imagino al verla dormir,
que en su dulce y tierno soñar,
vengan muchos Ángeles a velar,
su inocente y gracioso sonreír.
Siempre recuerdo, la gracia de su estilo,
pareciendo ante mis ojos una Diosa,
con su rara sonrisa y cara graciosa,
guardando los besos de la Venus de milo.
Lucha mi alma enardecida
al ver que se va la primavera,
y si no es ella mi compañera,
no tendría sentido la vida.
Pronostica mi corazón ligero
que de no volverle a ver,
de seguro he de tener
¡un destino agorero!.