Mi desidia y la tuya se han juntado
Para embriagarse con su ambrosía
Su plan maléfico se ha revelado
Mientras la misma tonada se repetía
Mientras sigue bailando la monotonía
Distrae a la conciencia de lo importante
Drogada mente se somete a la apatía
Y se escapa de su vista una constante
Entre el éter se pierde la trascendencia
Mil ideas que se han vuelto sombras
El conformismo transformado en amnesia
Nuestra esencia se alimenta de las sobras
Embobados seres, prisioneros de los días
Visten todos, el mismo oscuro uniforme
Siendo esclavos de una mente que olvida
La diferencia existente entre cada hombre
El opio va generando humo reconfortante
Quien distingue diferencias entre el celaje
La morfina va entumeciendo al caminante
Y los estereotipos lo cubren de sus ropajes
Que distingue una cruz de una estrella al revés
Si ambos signos agrupan a los entes sectarios
Cuanto miedo se ha marcado en nuestra tez
Para vagar en manada como iguales imaginarios
Ya no existe diferencia entre tú ser y el mío
Si somos intentos del mismo ideal ficticio
Atados a los conceptos del bien y el mal
Que tienen en la sociedad su gran auspicio
En la nada bailan las sombras del día
Cuando son los reflejos de un espejismo
Mostrando ante la diferencia osadía
Van caminando juntas hacia el abismo
La creación de tu desidia y la mía
Nos ha vuelto la misma canción
Ostentamos igual forma y cuantía
Transformados en copias de carbón.
Andrés Ruiz H.