Despierto confundido en un desierto,
Bellas jóvenes pasan quitándome el vestuario,
Sus ojos negros resaltan y provocan mi asombro,
Siento el olor a arena, a fuego, al viento,
Esto es una fiesta a la cual he llegado,
Danzas seductoras alrededor de la fogata,
Criaturas extrañas pasan con picos y cara de anfibios,
Allí una sensual mujer sentada en un trono,
De prendas ligeras, mirada penetrante,
Acariciando un frio cocodrilo en sus manos,
Con una sonrisa de placer, aquí pasan elegantes gatos,
Las flautas suenan, los tambores no paran, esto es excitante,
Siento la mística danza fluir en mi cuerpo,
La música prepara alucinaciones con sus bebidas,
¿Qué es esto? -¡Carne de cordero¡
Este cielo nocturno es mágico simplemente mágico,
Que hermosa reina danza con esas bestias,
Tocándose con provocador deseo,
¿Dónde estoy sentado? No me he fijado,
Miro atrás, alzo mi cara una enorme majestuosidad,
Una pirámide de colores negros y dorados,
Quedo pasmado, la decoración estelar parece estar de su lado
Regreso rápido mi mirada, me espanto y me desmallo,
Un sabor a Egipto pasa por mis húmedos labios,
Despierto con una mano en la cintura,
Parado arrogante en la punta de la pirámide,
Alzo con fuerza mis brazos
Millares de ojos rojos aparecen detrás fijos,
Se abren alas de fuego que iluminan todo el cielo,
Un ejercito de fénix esta esperando,
Bajo mi mano, Caen como aves rapaces a los que están festejando,
!Ellos abren sus ojos, están estupefactos¡, y este es el fin de vuestra visión,