Es fácil hacer poemas
sólo es cuestión de sacar
unas papas que nos queman
desde adentro, nada más.
Poner algún condimento
dulce, amargo,
cocinar
todos los sentimientos
atreverse...
saborear.
Y si el gusto
no nos cae
sabrocito al paladar
quizá nos falte pimienta
¡fuego, fuego!
tal vez sal.
Y si falla esta receta
tal vez debamos pensar
que para hacer un poema
amor hay que incorporar.