AMOR RECIPROCO
Yo, para ti.
Tú, para mí.
Hidrogeno y oxigeno,
juntos forman vida,
agua que se une en un mismo fluir.
Siempre al lado mío,
siempre junto a mi/
compartiendo mi silencio,
mi soledad y existir.
Cuando nadie te veía
allí estabas junto a mi/
y mis penas se hacían tuyas,
mis cargas con mi dolor/
y la tristeza que me hastiaba
el pensamiento y la razón.
Cuantas lágrimas lloraste
a través de mis caudales,
otras tantas sollozaste
por ver mis iniquidades.
Que terco, que terco fui/
cuan tarde yo descubrí,
lo mucho que tú me amabas,
lo que yo era para ti.
Aun cuando no habían hombros
para verter mi dolor,
tú disponías de los tuyos
y nada sabía yo.
Fuiste tú al lado mío
el mejor de los amigos,
quien siempre me enamoraba
y me brindaba su abrigo,
sabiendo que yo era infiel,
aun contabas conmigo.
Y yo… no te he dado nada,
de mi… nada has recibido,
mas que la espalda y el rechazo/
el negarte y el cinismo.
Y aun con todo… me amas
Y sigues siendo mi amigo,
más que un hermano del alma,
más que un padre, más que un hijo,
más que la mujer amada,
más que a nadie me has querido.
No encuentro como pagarte
lo que tú has hecho conmigo,
¡Perdona!, pues te he fallado,
¡Ayúdame!, Jesucristo.
Aquí te entrego a ti el alma,
remiéndala/ con tu cariño.
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