FELINA

ALGÚN DÍA SERÉ POETA

Yo quería ser poeta

pero se quedó en sueños...

La pluma en mi mano tiembla,

porque hay ausencia de versos.

Yo era una parvulita

que le gustaban las letras,

a mi padre preguntaba

mientras escuchaba sus poemas...

¡Papá!… ¿ Algún día seré  poeta?

En sus rodillas me sentaba

mientras mi rostro acariciaba

y en susurros me contestaba...

¡Hija!... ponle todo el sentimiento,

deja que de la pluma fluya

los sentires que tiene el alma,

pon tus lamentos

y lo que te dicte el pecho.

Yo tan chiquita no entendía

toda esa palabrería...

Lo fui entendiendo

mientras que fui creciendo...

dejándo atrás mi infancia

tan llena de recuerdos.

Llegó la adolescencia,

entonces me enamoré,

sembrando en mi jardín de amor

las flores de la ilusión.

Unas flores si retoñaron,

otras se marchitaron

y yo seguía mi vida

como una golondrina,

de alero en alero

graznando rimas,

buscando una cornisa

para reposar mi vuelo.

AL fin  yo encontré

el tan anhelado querer,

fue como una gema

la que cuidé con esmero,

sin descuidar tampoco

mi amor por el poema.

Pero hace ya algún tiempo

se me paralizó el alma

y no deja que en mi mente

se posesionÉ el pensamiento

y mover pueda con el sentimiento,

las fibras que llevo dentro.

Hoy me invade una melancolía

y me abraza una niebla fría...

a mi padre, he defraudado

y a todos los que creyeron, qué con mis versos

se podían tocar los dinteles del universo...

qué con mis versos, se podía llegar al cielo.

Mi corazón abúlico no quiere saber de sonetos,

las rimas me abandonaron,

los amigos que me enseñaron,

ellos... ellos, también se ausentaron

a buscar un mundo nuevo,

en dónde los sueños no mueren.

Los fantasmas que rondaban

en las noches de mis delirios,

ellos también se cansaron

y desfilaron por otro camino,

camino sembrado de lirios.

Las luciérnagas que me alumbraban

en la oscuridad mi sino,

esas luciérnagas…ésas…ésas, también se han ido.

Hoy me siento sola y con un gran vacío,

mi musa descansa en el lecho,

cual si fuese un deshecho

que duerme un sueño profundo...

una muerte sin sepultura…en mísera catalepsia.

La aptitud está en inercia,

inspiración no he tenido,

entonces pienso…

¡Para qué vivo, si no puedo ser poeta!...

Felina