Entre usted, señora, y mi persona
no hübo nada digno de contar,
pensé que ya había llegado la hora
con la crisálida sin terminar.
Llegaban los fríos vientos del norte
y el objetivo acabé de fijar,
el quinto mes con pena note el corte
de esa herida que el tiempo hizo sanar.
Son tres flores las que has ya recogido,
hermosas, diminutas, espinosas,
elecciones carentes de sentido.
Claro muestras que no te has decidido
pues solo te dedicas a observar,
su lento desojar te ha divertido.