Sin esperarte apareciste un día
y como una campana interior
un roce de tu mano rezono
entonces te vi por primera vez
y desde ese día comencé a verte
cuando te miraba...
Como un ángel guardián
aparecías como adivinando
cuando mi alma mas te necesitaba
mas no se como paso
pero un día me encontré
acurrucada en tus brazos en la playa
siguiendo tu mirada
me llevaste por un camino de besos
confundiendo mis principios
acorralando mis sentimientos.
Una tarde... pensé en dejarte
pero como se deja a un ángel
que con su mirada te roba
una sonrisa del alma.