Y los valles y los montes
gritaran siempre tu nombre
con estelas de sonrisa
y caminos solitarios
que te espero vida mía
como he estado esperando
desde el día que tu risa
yo guarde en mi sudario.
Con la paz de un día aciago
o la furia de los mares
llevaré la tinta lista
para escribirte mis cantares
y al mundo he de gritarle
que te amo a la distancia
si por eso me condenan
eso no me quita calma.
Que lo sepan y se enteren
los que buscan mi desgracia
que yo más he de quererte
mientras más me pongan trabas
si esta vida yo la vivo
en tus ojos silenciado
mientras paso a paso busco
tus labios poder besarlos.