De las estrellas del cielo eres una
y en esplendor sinigual, sin embargo,
pues tanto brillas de cerca y de largo
que hasta te envidian el sol y la luna
y yo que cuento con la gran fortuna
de ser tu dueño, con afán me encargo
de cada vez que pluma y mano alargo
mis versos dártelos como a ninguna
pues si hay alguna que del tan amargo
de ánimo estar al corazón desuna
serás tu sola y sin ni previo encargo
sin ni letargo para que oportuna
de ser vinieras, diligente a cargo,
de mí a no ser para fatal fortuna.
Elmer Cortez