Huelen a rosas,
huelen a jazmin,
y son tan hermosas,
que donde halla mas de una,
reunidas conforman un jardin.
Emanan un aroma de sus cabellos,
o quiza de sus cuerpos y tejidos,
irradian con una sonrrisa en sus rostros,
aturdiendo nuestros sentidos.
Dominan a los hombres,
nos hacen enloquecer,
simplemente con su belleza,
y su perfume de mujer.
Dios y el universo las bendigan,
pues que hariamos sin ellas,
son quienes se roban nuestra atencion,
ya que brillan como estrellas
CHARLIE