En esta madrugada incolora
donde mi reflejo de tristeza se perpetua,
un ambiente denso corroe el alba
y las calles desiertas me dicen algo,
todo permanece inmutable en el tiempo
los muebles, el televisor, las fotos amarillas
y yo aquí buscándole una silla a mi silencio,
nadie se va, nadie viene todo permanece
invariable en penumbras
siento como si yo tampoco estuviera,
hoy otra vez no veré a nadie
desde hace años sólo me vistan los recuerdos,
camina pesadamente las penumbras hacia la claridad viva
y yo con el hombro cansado del ocaso
pernoto aquí sin una reliquia del amor de antaño.