Antes de que pierda la razón,
Por favor no vuelvas nunca más a mi.
Busco mil argumentos para explicarme que no me perteneces,
que realmente no me convienes...
Pierdo el control de todos ellos,
se escapan sin remordimiento
y capturan aquellos momentos que me acercaron a ti.
No recuerdo alguna caricia afectiva
en aquellas noches que nos abrazaron a los dos.
Tengo vacíos,
tengo agujeros profundos en el alma
que atraviesan el umbral de mi dolor,
alteran mis deseos y desinhiben la pasión.
La pasión vacía, el deseo insaciable, el dolor desgarrador.
En ese orden son mis noches
cuando te pienso sin control.