Dejemos que esta vez se acaben los secretos
los tuyos y los míos al descubierto.
No pretendamos hacerlo a escondidas
porque son líneas que todos pueden recorrer
pero solamente los dos podemos descifrar.
Abandonemos el temor a querernos
aún sabiendo que lo destruye un lamento;
olvidemos que lo nuestro es absurdo
no fallemos por desidia en el intento.
Escudriñemos respuestas singulares,
pues la noche colmada de pasiones
creará un corazón de impensados afanes.
Y sobre el cuestionado adiós
yo te aseguro,
que sólo imprimiremos un te quiero.
Autor: Quituisaca Samaniego Lilia