De vez en cuando la muerte
nos juega su broma
en blanco y negro se despliega como un diario
nos pasea por las calles en carrozas
y no sentimos que ya nos vamos.
Se hace de nuestra bebida
fuma nuestro cigarro
nos saca pasaje a la nueva nevera
y uno está triste como un niño
cuando va para la escuela.
De vez en cuando la muerte toma conmigo un té
y esta tan feucha que no quiero verla
se ata el pelo y me invita
a la caja de madera.
De vez en cuando la muerte
nos devuelve en cueros
y nos roba el sueño
mas antojadizo
que hay que andarle de puteadas
para romper con su oficio.
De vez en cuando la muerte
nos busca con su cincel
se nos enfría la piel
y sobran palabras
para nombrar al que parte
y que ya no escucha nada.
D vez en cuando la muerte
nos sorprende en coma
y no despertamos,ya,en otra casa
portando un cirio,
temblando...
sobre una gran mortaja.