guivel

GABRIELA

GABRIELA



Con mirada de fingida sorpresa
me ve la rosa marchita,
mis oídos ya no escuchan
El temor de su angustia presa
y sus ojos como escarchita
con los míos riñen y luchan.


No me quieres, porqué niegas,
en tu pecho el amor no arde,
amor de ayer, amor a ciegas
y hoy como ayer es tarde.


No sonrías con pícara dulzura
no ves que no te quiero
no quiero decir: amor, porque te hiero
hiero esa palabra que aun es pura.


Vete, quédate en tus penumbras
y déjame volar al viento
en busca de mi tormento
falleciendo entre las sombras.



Guivel