Manuel Ayuste

Dos corazones libres.

Mi niña, caminaremos juntos por donde nace el amor,

nos quitaremos la sed de nuestros labios,

se pasarán las noches y amaneceres,

todo será amor.

 

Y como estrellas fugaces,

nos perderemos por el universo.

 

Tú serás la ventana de mi alma,

y la tristeza caerá rendida a nuestros pies,

me dormiré en tus brazos,

y tú me arroparás con tus manos,

te amaré con la fuerza de mil tornados,

mi corazón será tuyo.

 

Seremos libres como el viento,

tú serás la rosa de lluvia,

y nos amaremos en la blanca nieve.

 

Yo te diré te amo,

y tú me mirarás a los ojos,

y caminaremos juntos donde nace el amor,

y nuestros labios ya nunca tendrán sed de amor,

porque los fundiremos en un beso,

y tú serás mía.

 

Para mi pequeña esposa, María del Camino.

Cuando el amor fluye por las venas.