Mi niña, caminaremos juntos por donde nace el amor,
nos quitaremos la sed de nuestros labios,
se pasarán las noches y amaneceres,
todo será amor.
Y como estrellas fugaces,
nos perderemos por el universo.
Tú serás la ventana de mi alma,
y la tristeza caerá rendida a nuestros pies,
me dormiré en tus brazos,
y tú me arroparás con tus manos,
te amaré con la fuerza de mil tornados,
mi corazón será tuyo.
Seremos libres como el viento,
tú serás la rosa de lluvia,
y nos amaremos en la blanca nieve.
Yo te diré te amo,
y tú me mirarás a los ojos,
y caminaremos juntos donde nace el amor,
y nuestros labios ya nunca tendrán sed de amor,
porque los fundiremos en un beso,
y tú serás mía.
Para mi pequeña esposa, María del Camino.
Cuando el amor fluye por las venas.