Otra medianoche se alza sin falta a un par de balcones,
el tuyo y el mío, unidos por un puente de miradas
que pronto no será necesario.
Otra vez mis ojos se orientan a tu cuerpo resplandeciente
a varios pétalos de distancia.
Pétalos que huelen a la música de fondo que cae
de la Luna Roja que hace ésta noche especial.
Noche que me concede el viaje,
lanzado sin demora a tu puerta entreabierta
En el ambiente de tu casa todo se presta...
La radio encendida se entrega a la canción indicada.
Nos vemos, la separación desaparece.
Ves cómo es, ves cómo soy
Tu me has visto viéndote, verte cómo eres:
Un cuerpo pequeño que me gusta tal cual es...
Su visión hace que tambores redoblen un corazón en mi pecho.
Por magia deseando volverme agua tibia, esponja
o mano desnuda que memorice tu piel brillante de Hada.
Hagamos que la flor se abra,
la luz de la Luna la impregnará.
Háblame tus besos y muerde mi presencia.
Haré que no te queden más suspiros en las venas.
Tus labios trazan las delicias de los frutos del bosque.
Dime tus secretos, en qué lugar está tu tesoro.
Llévame a tu bosque, a tu rincón solitario
al claro de los rayos danzantes de la Luna.
Tu pudor me hace delirar con un tesoro bien guardado.
Vamos al balcón, demos a la gente de qué hablar...