Horacio Páramo

La de la falda de serpientes

Te han visto madurar

crecer, maquillarte.

Tantas formas que tomas

para seducir a los hombres

de esas épocas.

 

Coqueta apasionada,

bailas a la invitación

del aire.

Y cómo cambias de rostro

mujer casta, fiel de tierra.

Pero qué bella eres

desde que naciste

aunque te conozco actual,

he visto tus fotografías,

salías como mujer virgen

y ahora vuelas.

 

Mujer fuerte,

las espinas te respetan

y encendemos fuego

para cuidarte.

 

¡Qué plumaje tan liso y colorido tienes!

Y en este día te recuerdan

como si fuera el día de tu nacimiento.

¡Qué dichoso somos al tenerte

para que nos ames!

Recuerdo cuando gritabas

para que fuéramos libres.

Eras una espada, un escudo

¡una buena razón para  morir¡

Jugosa, jugosa patria.

 

Han muerto tantos por ti

y otros se quedan locos

al intento de conquistarte.

 

Nunca se ha visto

una lealtad mayor que la tuya,

bella, sí, bella tú

te miran y te miran

la falda de serpientes

y con eso saben de dónde vienes.