No siento ganas de nada
O siento ganas de todo
De gritar, de reír de llorar,
De correr por las calles
De saber y no saber
De amar y de olvidar.
De sentirme el centro
De mi propia vida
O de vivir en la periferia
De mis desconsuelos.
Pero estoy viva,
me tengo a mi misma
Pero por poco muero
O, ¿no muero?
Estoy en un capullo
O, ¿estoy en el pétalo caído?
No sé, pero estoy
Eso importa y mucho.
Sangran mis manos
De agarrar esperanzas
Que de a poco se vuelven
Verdades solitarias
Muero, renazco
En cada amanecida
Cuando pienso en tus brazos.
Y aún sabiendo,
que son sólo reflejo
de mis fervientes anhelos
me introduzco en ellos
y me acurruco en tu pecho.
Y a pesar de todo
Me despierto con esta
Sensación de soledad.
Desayuno parada
Y pienso en que hoy
es otro día sin ti,
pero te tengo,
porque yo sé
que te tengo.
¿Te tengo?.