Siento tus manos que sudan ternura
cuando acarician mi cuerpo dormido,
siento tu piel que rosa mis ansias
al encontrarme en mi lecho desnuda.
Siento tu boca que exhala el suspiro
como palomas que salen del alma,
las que se posan directo en mis labios.
Quiero ese beso que tiene tu boca,
ese beso que en la ausencia se evoca.
Quiero ese beso que quedó suspendido
en el tiempo, que dejamos de amarnos.
Siento tus ojos que miran mis ojos,
siento el fulgor que se irradia de ellos,
cual verdes cristales de fina esmeralda,
quiero tus ojos porque ellos son bellos.
Quiero tus brazos porque ellos son fuertes,
cálidos, rudos, me abrigan nostalgias.
Siento el susurro que viene del viento,
acaricia mi faz en todo momento,
es tu vocablo impregnado de aliento
el que murmura tu sentimiento.
Mi vientre caliente galopa en tu sexo,
se preña de albricias que trae tu risa,
tangible es mi dicha con cada caricia
y sucumbo en el piélago azúl de tu sueño.
Felina