Esa estrella que ha quedado
colgada en el firmamento,
es la estrella que buscaba
mi vida en todo momento.
He cabalgado los cielos,
desde Oriente a Occidente,
y he descansado en posadas,
en camas poco calientes,
donde el frío no descansa
como el agua de torrente,
que se filtra por las grietas,
como cuchillos hirientes.
He recorrido distancias
entre luceros y estrellas
y viajado las Galaxias
en busca de estrellas nuevas.
Y me he roto y me he quebrado
¿era sólo una quimera
lo que yo siempre buscaba,
siempre en alerta y espera?
Ahora espero que esta noche,
cuando las luces se apaguen
y las tinieblas derrochen
lo que se pierde la tarde,
se encienda su luz brillante,
que con sus guiños me llame,
que con su luz me caliente
y con su color me abrace.