Mujer,
Hasta cuándo ésta agonía? Esta guerra sin clemencia?
Si tú y yo hemos sido cómplices en el tiempo…
Si,
Ese tiempo que no nos olvida,
y que llora por no vernos unidas en un compás como en aquellos días.
Dime,
Por qué no gritas de una vez y desahogas tu alma?
es tan fuerte y duro ese peso que te abarca y no te brinda salidas?
Mírame,
Ahora aquí, inclinada a ti pidiéndote que te liberes,
que seas libre de una buena vez por aquello que quizás un día pueda ser.
Yo,
Te muestro mi alma rendida que implora el perdón,
ya sé que he sido traicionada por temor y por no poderte ofrecerte más.
Es por eso que yo a ti, y especialmente a ti te digo
que dejemos de ser inaccesibles, que quizás juntas de nuevo nos colmemos de alegrías para que aquellos que lo disfrutaron algún día se les retorne en sus pensamientos la duda pasajera de lo que tiene que ser.