Al recibir la triste noticia
Sentado estaba aquella tarde
Bajo la sombra de un árbol.
Muy bien recuerdo
La tarde del sábado
Cuando supe de tu partida.
Mi corazón latió acelerado
Mientras mis ojos aguados
Te miraban pidiendo clemencia.
Quise detenerte
Y para siempre tenerte
Pero ya era tarde.
En mi mente resuenan
Tus últimas palabras
Cuando de mi te marchabas.
Dijiste amarme
Aun así decidiste dejarme
Y de tu vida sacarme.
Luego de tu partida
Mi vida no tuvo sentido
En un mundo desconocido…
Autor: Edwin Yanes