Adueñarme del velocímetro anhelo
Mediante ello me gustaría transmitirte,
tú que estas en la alborada encarnada
Muy tierna, muy pura de amor… soberana
Manantial viviente eres en mi sendero,
Una gran lámpara encendida en mi vida
Eres en afinado eco de aquel mañana,
De la cual la vida misma vive, enamorado.
Es mi cáliz tus palabras, rebosante de amor
Donde la misma vida infinita tiene sentido,
Con tu sonrisa, y tus tan delicadas manos
Aroma de caricia son, al brindarme tu corazón
En tu gozo mi alma se viste de mil colores,
el constante latir de tu corazón explica todo
Venerada sutilmente, laureada y agraciada
Tan delicada eres para entregar tus amores.
Si El divino algún día viera tus lágrimas
Con bondad infinita lo cubrirá tus sienes,
y en sus brazos te pondría para recibir el dolor
que empapada se encuentra tu tez, de lagrimas
¡Oh cuan bendita eres mujer tan sublime...!
Todos los derechos reservados @ Elias Lucas 2011