No te deseo más castigo del que me diste,
mi pensar es que solo tu te lo has dado,
pero no hoy, después será, pues tu pasado
te va enseñar en el futuro cuanto perdiste.
Jamás te desearé una vida vana y triste,
solo recuerda que un jardín nunca floreció
porque tu persona no quiso y así pereció
la felicidad que pudiste tener y hoy no existe.
Rememore su acto de lo que le pareció
en su porvenir prevalecía a su existencia,
no olvide que un día le dio más elocuencia
a lo que otros dijeron... y así me despreció.
Piense también que sostuvo la insistencia
de mucho tiempo otorgarme sus rechazos;
Cuando te hable el corazón, así, en pedazos
allí es que anhelarás el mío y mi presencia.
No quiero ver tu llanto, pero será la esencia
de una lección inolvidable para tu olvido;
Cuando te hable el corazón me habrás perdido
y te arrepentirás del porqué de mi ausencia...
Alviz Neleb
Mayo 05 de 2011
09:01 p.m. - Jueves