Horacio Páramo

Sólo deseábamos

Sólo deseábamos

llenar la cama con dos cuerpos,

desgarrando todo aquello

que no nos permitía

llegar a la desnudez.

 

Dejando de

escuchar las manecillas

del reloj apresurado,

y poniendo un silencio

con el reloj de arena.

 

Rutina placentera,

condenaste tres de mis sentidos

e hiciste que mi sed

se trate de pechos

y no de un corazón amado.

 

Que suerte la de mi cuerpo,

el que lucha contra el deseo

de los mismos pechos,

y me calla

y me atrapa a menudo.