Manuel Ayuste

Belleza del alma

Oh mi amada, tú me enseñaste a amar,

Nunca me dí cuenta que tú estabas a mi lado.

Torpeza mía tu nobleza,

Ahora en la soledad miro a mi alrededor,

Y tú estás ausente,

Veo que todo me falta.

 

Por las calles voy falseando los pasos,

Miro a todos lados y no te veo,

Miro las parejas que van de la mano,

La envidia me invade por dentro.

 

Levanto la cabeza por evitar las lágrimas,

Es el precio del dolor, que te desgasta el alma,

Te fuistes en mis brazos,

Todo un recuerdo,

Nada, ahora tú no estás a mi lado.

 

Mi amada, no veo que tú no estés conmigo,

Cierro los ojos y caigo en pena, me duele el pecho,

No importa porque recuerdo tus ojos negros,

En la dicha de nuestro amor,

Que tú siempre me dabas.

 

Esa bondad tuya, belleza tenías en el alma,

Corazón puro que me amó sin pedirme nada,

¿cómo quieres que te olvide, mi amada,

si te llevo clavada en mi alma?

 

Ese sabor amargo que tengo,

Cuando miro nuestra habitación,

Veo tus vestidos de colores, los toco,

Y veo tu cuerpo sonriendo,

Tu carita guapa, mía, y tus ojos negros.

 

Tantos recuerdos, todos se quedan en la memoría,

En la vida pagas el precio con dolor en el pecho,

Te llevo dentro de mi alma,

Con tu sonrisa y tus besos.

 

Para María del Camino, mi esposa querida.